martes, 4 de noviembre de 2014

LA HIPERINFLACIÓN

Gran parte de la población en época de crisis, alguna vez se ha preguntado que si lo que falta es dinero por que no crean más, la respuesta a esto es el efecto de la hiperinflación que  hace referencia al desorden monetario provocado por la subida rápida e incontrolada de los precios. La moneda del país que la padece pierde su valor. Para adquirir mercancías y servicios es necesario el desembolso de grandes cantidades de numerario. Por su parte, los salarios crecen a menor ritmo que los precios y con ello se erosiona su poder adquisitivo. La masa monetaria circulante es enorme, pero su valor nominal no se corresponde con el real. El mayor caso de hiperinflación se dio en Alemania en los años 20. El ejemplo de la hiperinflación alemana de 1923 es alucinante aun para los propios alemanes que lo vivieron. En esa época, el gobierno socialista de Alemania creyó que podía imprimir ilimitadamente billetes de banco con los cuales cubrir el déficit de las industrias estatizadas (ferrocarriles, teléfonos, etc.) y saldar alegremente las deudas del Estado. El resultado fue la descontrolada hiperinflación de 1923 que produjo desocupación, saqueos callejeros, caos social y toda clase de calamidades que finalmente condujeron a un horror aun peor: el nazismo.. La principal causa imputable a tal hecho fue la necesidad que tenía la República de Weimar  de hacer frente a las indemnización fijadas por los vencedores de la Gran Guerra en el tratado de Versalles La República de Weimar, el régimen democrático que sucedió al II Reich en 1918, tuvo que afrontar desde el final de la Gran Guerra una situación económica pésima con el colapso financiero. El abandono del patrón oro en 1914 por parte del Reichsbank había permitido a Alemania, financiar el esfuerzo bélico a base de crédito y no en vez de a través del incremento de impuestos, dos terceras partes del cual se nominalizó en forma de bonos de guerra comprados por ciudadanos y empresas, siendo la otra financiada directamente por el Reichsbank.Así, al firmarse el armisticio, la deuda del Estado se había multiplicado por 30. En 1919, el pago de la deuda y los intereses supuso el 126 por ciento del producto interior bruto alemán. Alemania estaba técnicamente en bancarrota, y la opción por la que se decantó el Reichsbank fue seguir imprimiendo papel moneda sin respaldo oro, con el llamado Papiermark,  que había sustituido al Goldmark en 1914, para poder pagar las deudas, con la consiguiente depreciación del dinero circulante.Las consecuencias de la hiperinflación es que elimina el poder adquisitivo de ahorros públicos y privados, distorsiona la economía en favor de un consumo extremo y la acumulación de bienes reales, causa la fuga del país de la base monetaria, etc.Aunque la inflación remitió a partir de 1924, la ruina de los pequeños ahorradores, el empobrecimiento de los asalariados y el desempleo, provocaron serios problemas sociales y el descrédito de la República de Weimar.La hiperinflación alemana no es la única que conocemos ya que la hiperinflación en Zimbabwe es una de las peores de la historia.Justo antes del proceso de hiperinflación el Banco Central emitió billetes de forma masiva para pagar la deuda externa del gobierno del país Zimbabwe , una vez considerado como uno de los países más prósperos de África , sufre una grave crisis económica desde que Mugabe decidió en el año 2000 expropiar las tierras  a  los granjeros blancos y cedérselas a la población negra que no poseía tierras y que por lo tanto en muchas ocasiones tampoco sabía cómo cultivarla o cómo comercializar los productos .Las consecuencias de esta hiperinflación fueron enormes, las mas importantes están relacionadas con el mercado;Los precios aumentaban varias veces al día, por este motivo algunas personas decidieron comenzar con el trueque y no empobrecer.. En Enero de 2009 el Gobierno permitió el uso de divisas extranjeras, en especial el dólar estadounidense   y el rand sudafricano, de hecho se utilizaban ya por la población  y actualmente  la moneda oficial es el US$ o el rand sudafricano. La moneda local ha caído totalmente en desuso.El abandono de su moneda ha permitido a Zimbabwe volver a unos niveles aceptables de inflación. Los alimentos han bajado  pero los servicios han subido de una manera exorbitante. Tenemos esperanza en que estos casos de hiperinflación no se vuelvan a repetir.



                                                 
                                                                                         -Nuria Monje Puerta

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