viernes, 9 de enero de 2015

EL CONGO, LA GUERRA DE LOS MINERALES.




La República Democrática del Congo es un país de África Central, denominado Zaire entre los años 1971 y 1997. Situado en la zona de los grandes lagos de África es el tercer país más grande del continente. Limita con la República Centroafricana y Sudán al norte, Uganda, Ruanda, Burundi y Tanzania al este, Zambia y Angola al sur, y la República del Congo al oeste.

Tras una colonización particularmente brutal por parte de Bélgica, la colonia del Congo Belga alcanzaría la independencia en 1960, para transformarse en el Zaire bajo el gobierno del dictador Mobutu Sese Seko.

Historia

El Estado Independiente del Congo fue un dominio colonial africano, propiedad privada del rey Leopoldo II de Bélgica, establecido en la Conferencia de Berlín, en 1885, cuyas fronteras coincidían con la actual República Democrática del Congo. El Congo fue administrado privadamente por el rey Leopoldo hasta su fallecimiento en 1908, año en que el territorio fue cedido a Bélgica.
Durante este período, El Congo fue objeto de una explotación sistemática e indiscriminada de sus recursos naturales, especialmente el marfil y el caucho, para lo que se utilizó mano de obra indígena en condiciones de esclavitud. Para mantener su control sobre la población nativa, la administración colonial instauró un régimen de terror, en el que fueron frecuentes los asesinatos en masa y las mutilaciones, que produjo un elevadísimo número de víctimas, aunque es imposible realizar cálculos exactos, la mayoría de los autores mencionan cifras de entre cinco y diez millones de muertos.
En 1952, el Gobernador General Léon Antoine Marie Petillon escribió al Secretario Colonial, exponiendo que si no se tomaban medida para mejorar la situación en el Congo, Bélgica perdería su colonia más rica, proponía otorgarle a la población nativa mayores derechos civiles, incluido el derecho al voto. El gobierno belga se opuso a esta propuesta, alegando que "sólo desestabilizaría la región".
El Congo belga fue uno de los mayores exportadores de uranio para Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Las bombas que se lanzaron sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki fueron fabricadas con uranio belga.

Como parte de la política internacional de las Naciones Unidas, se promovió el fin de la colonización de las naciones que llegaron a conformar el llamado Tercer mundo. En el caso de las posesiones belgas, en 1959 se realizaron las primeras elecciones libres que fueron ganadas por el Movimiento Nacional Congoleño, dirigido por Patricio Lumumba.

Gobierno de Patrice Lumumba

En las montañas orientales del Congo hay valiosos minerales como el coltán y niobio, además de oro, diamantes, cobre y estaño. Alrededor del 80% de las reservas mundiales de coltán están en el Congo.
El Gobierno de Patrice Lumumba solicitó la ayuda norteamericána, no siendo siquiera recibido por el presidente de EE.UU., lo que motivó el acercamiento a la Unión Soviética que proporcionó transporte y asesores militares con el objeto de controlar la situación en las provincias separatistas.
Las potencias imperialistas reaccionaron presionando al Presidente Joseph Kasavubu para que acabara con Lumumba, cosa que hizo el 5 de septiembre de 1960, destituyéndole del gobierno ilegalmente y reemplazándolo. Lumumba se negó a abandonar el cargo y destituyó a su vez a Kasavubu.

El 14 de septiembre, el coronel Joseph Mobutu Sese Seko, jefe del ejército, tomó el control político en la capital tras un golpe de estado y desató una ola de represión contra las organizaciones políticas. A los dos meses, Mobutu devolvió el poder a Kasavubu y se autodesignó comandante en jefe de las fuerzas armadas.

El 10 de octubre, el ejército y las tropas de la ONU detuvieron a Lumumba, pero este logró escapar el 17 de noviembre y huir en. Fue detenido de nuevo el 2 de diciembre por el ejército.
Fue asesinado el 17 de enero de 1961 por una conspiración organizada por el gobierno de Bélgica, con la complicidad de los Estados Unidos, de Gran Bretaña y de las Naciones Unidas.

Dictadura de Mobutu

Tras cinco años de extrema inestabilidad y descontento civil, Joseph-Désiré Mobutu, ahora teniente general, apoyado por la CIA, derrocó mediante un golpe de Estado a Kasavubu en 1965 y se autoproclamó Jefe de Estado. Ocasionalmente llamaba a elecciones donde él era el único candidato.

Década de 1990

A mediados de la década de 1990 la situación empeoró radicalmente. La incapacidad de Mobutu de manejar esta crisis, acompañado de la pérdida de apoyo por parte de occidente permitió a sus opositores iniciar una gran campaña en su contra que terminó con su huida y la proclamación por parte del líder rebelde Laurent-Désiré Kabila de la "República Democrática del Congo" en mayo de 1997.

La guerra del coltán

El período de paz, tras el ascenso de Kabila al poder, fue breve. Pronto el país se vio envuelto en nuevos acontecimientos bélicos.

La primera guerra del Congo, iniciada en 1996, enfrentó a EE.UU., Gran Bretaña y Bélgica por un lado, que apoyaron a los ejércitos de Ruanda y Uganda frente al ejército de Mobutu apoyado por Francia. Fue una guerra con pocos combates y con muy escasas víctimas congoleñas, aunque sí se registraron grandes masacres de población Hutu ruandesa refugiada en el Congo.

El 2 de agosto de 1998, los ejércitos de Ruanda, Uganda y Burundi irrumpieron en suelo congoleño dando lugar a la llamada “Segunda guerra del Congo” o guerra del "coltán" que oficialmente terminaría en el año 2003, aunque seguiría con intensidad decreciente hasta prácticamente nuestros días. Un total de cinco millones y medio de víctimas, civiles congoleños en su inmensa mayoría, serían contabilizadas por las organizaciones de Derechos Humanos.

Kabila fue asesinado en 2001, pero las luchas continuaron durante el gobierno dirigido por su hijo Joseph Kabila. La guerra, que dejó millones de muertos (la mayor cifra en un conflicto bélico desde la Segunda Guerra Mundial), finalizó en lo esencial tras la retirada de los ejércitos extranjeros, la firma de acuerdos de paz con Uganda y Ruanda, que apoyaron a los movimientos contrarios a las autoridades de Kinshasa, y las conversaciones con vista a la pacificación.

Al contrario que la primera guerra, esta segunda guerra del Congo sería en parte silenciada o, en el mejor de los casos descontextualizada, para que reflejase sólo un confuso conflicto civil y étnico intercongoleño manipulado por algunas multinacionales anónimas occidentales.




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